sábado, 2 de enero de 2010

No Puedo


"No puedo" es la expresión favorita de muchos niños. He aquí un ataque contra ella.






No puedo es lo peor que se haya dicho,
y causa más perjuicios que el embuste;
muchos fuertes espíritus se quiebran
y con ellos mueren buenas intenciones.
Surge de los labios del obtuso
y nos quieta coraje cada día,
vibra en los oídos cual aviso
y se ríe de nuestros tropezones.


No puedo es el padre de no quiero,
del terror y el trabajo desganado.
Debilita el tesón del artesano
y vuelve indolente al industrioso.
Envenena el alma visionaria
ahoga en sus pañales muchos planes,
se burla abiertamente del trabajo
y de las esperanzas y los sueños.


Nadie diga no puedo sin sonrojos.
Decirlo es motivo de vergüenza;
a diario el coraje menoscaba,
marchita las mejores ambiciones.
Desdéñalo con todo tu desprecio,
no le des albergue en tu cerebro.
Ahuyéntalo como si un espectro fuera,
y un día cumplirás todos tus sueños.


No puedo socava la ambición
y emboscado la voluntad quebranta.
El hombre con propósito es su presa,
y sucumbe ante el coraje y la paciencia.
Detéstalo con odio implacable
pues si lo acoges sólo te hará daño.
Busca siempre tu meta con empeño
y responde a ese demonio con un Puedo.


Edgar Guest.

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