domingo, 5 de junio de 2011


Amar es compartir.. Ese niño me enseñó a amar.



En una ocasión, en Calcuta, no teníamos azúcar para nuestros niños.
Sin saber cómo, un niño de cuatro años había oído decir que la Madre Teresa se había quedado sin azúcar.
Se fue a su casa y les dijo a sus padres que no comería azúcar durante tres días para dárselo a la Madre Teresa.
Sus padres lo trajeron a nuestra casa: entre sus manitas tenía una pequeña botella de azúcar, lo que no había comido.

Ese niño me enseñó a amar.

Lo más importante no es lo que damos sino el amor que ponemos al hacerlo.



~Madre Teresa de Calcuta~


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te agradezco que te tomes tiempo para leerme...
Y ¡Gracias Totales! por dejar tu comentario.