Durante  el barroco los juegos lingüísticos y poéticos fueron moneda común entre  los escritores, buscando siempre el movimiento y la línea curva. En el  poema que sigue, sor Juana Inés de la Cruz invita a los lectores a  leerlo en el orden que se considere más oportuno. De esta manera se  conseguirá un romance de endecasílabos, de octosílabos o de hexasílabos.
 
 
Pequeña Biografía de Sor Juana Inés de la Cruz: 
Entre  los años 1648 y 1651, nació Juana Inés de Asbaje más conocida como Sor  Juana Inés de la Cruz, en San Miguel Nepantla, un pueblito del valle de  México.
Aprendió a leer y escribir a los tres años. Aficionada a  los libros desde edad muy temprana, sobre todo teología y los textos  griegos y romanos clásicos. Escribió una loa eucarística a los ocho  años. Fue dama de la virreina Marquesa de Mancera y luego de intentar  infructuosamente transitar por la Universidad despertó en ella la  vocación religiosa.
Ingresó a la orden de las Carmelitas, pero no  resistió su rigidez, integrando entonces la orden de las Jerónimas, en  el convento de Santa Paula, donde por fin profesó el 24 de febrero de  1669.. Allí fue administradora y se dedicó a escribir textos literarios,  actividad que le fue cuestionada por su confesor, Antonio Núñez de  Miranda, por no ser adecuada a su condición de mujer y religiosa.
Fue  apoyada en todo momento por las virreinas a quienes les dedicó muchas  de sus poesías, y con su apoyo, logró despedir a su confesor lo que se  expresa en la “Carta al padre Núñez”, escrita alrededor del año 1682.
Su  obra involucra los más diversos géneros. En 1669 se publicó en Madrid  “Inundación castálida” con sus doce primeras loas. Escribió hermosos  villancicos y otras obras religiosas, entre las que pueden nombrarse,  tres autos sacramentales: “El Divino Narciso”, “El cetro de José” y “El  mártir del sacramento” dedicado a San Hermenegildo.
El primer  libro publicado por Sor Juana Inés de la Cruz fue Inundación Castálida,  que reunió una buena parte de su obra poética y fue publicada en Madrid,  antes que en la Nueva España.
Falleció un 17 de abril, en la  ciudad de México, en 1695. Contagiada de la epidemia que azotó al  convento de Santa Paula, y en donde ayudo a sus compañeras religiosas.
 
LABERINTO ENDECASÍLABO
para  dar los años la excelentísima señora condesa de Galve al excelentísimo  señor conde, su esposo. (Léese tres veces, empezando la lección desde el  principio o desde cualesquiera de las dos órdenes de rayas.)
 
Amante, —caro—, dulce esposo mío, 
festivo y —pronto— tus felices años 
alegre —canta— sólo mi cariño, 
dichoso —porque— puede celebrarlos. 
Ofrendas —finas— a tu obsequio sean 
amantes —señas— de fino holocausto, 
al pecho —rica— mi corazón, joya, 
al cuello —dulces— cadenas mis brazos. 
Te enlacen —firmes,— pues mi amor no ignora, 
ufano —siempre,— que son a tu agrado 
voluntad —y ojos— las mejores joyas, 
aceptas —solas,— las de mis halagos. 
No altivas —sirvan,— no, en demostraciones 
de ilustres —fiestas,— de altos aparatos, 
lucidas —danzas,— célebres festines, 
costosas —galas— de regios saraos. 
Las cortas —muestras de— el cariño acepta, 
víctimas —puras de— el afecto casto 
de mi amor, —puesto— que te ofrezco, esposa 
dichosa, —la que,— dueño, te consagro. 
Y suple, —porque— si mi obsequio humilde 
para ti, —visto,— pareciere acaso, 
pido que, —cuerdo,— no aprecies la ofrenda 
escasa y —corta,— sino mi cuidado. 
Ansioso —quiere— con mi propia vida 
fino mi —amor— acrecentar tus años 
felices, —y yo— quiero; pero es una, 
unida, —sola,— la que anima a entrambos. 
Eterno —vive:— vive, y yo en ti viva 
eterna, —para que— identificados, 
parados —calmen— el amor y el tiempo 
suspensos —de que— nos miren milagros.
 
Fuente: Juana Inés dela Cruz, Sor. Poesía lírica. 
Edición de José Carlos González Boixo.
Madrid: Ediciones Cátedra, 1992.
 
 ~Gaby~
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